Según el Escritor Castillo Jácome, en su obra
citada, reproduce unos apuntes del Dr. Enrique Flores sobre el Santuario de la
parroquia de Pungalá. La Diócesis de Riobamba, se gloría también de poseer un
Santuario célebre de la Santísima Virgen del Rosario de la Peña, desde antiguos
tiempos ha sido frecuentado por peregrinos de toda la Provincia, Nación y del
exterior, está situado a unos 21Kms., al sureste de la Ciudad de Riobamba en
las inmediaciones del pueblo de Pungalá. La Imagen Venerada es una pintura al
óleo de la Santísima Virgen del Rosario de la Peña, hecha en un peñón
suspendido a las alturas de unos 200mts., sobre el río Chambo, afluente del
Pastaza; y arreglada naturalmente por la mano de Dios, en tal disposición que
presenta la forma de un gran sitial asentado sobre una eminencia compuesta por
siete colosales piedras, puestas unas y sobre puestas otras, alguna de las
cuales tiene hasta 20 (veinte) metros de longitud. La piedra que sirve de fondo
al rústico sitial presenta hacia el sur un corte vertical, perfectamente recto,
de dimensiones suficientes para contener la figura de la Virgen, puesta de pie,
de tamaño natural y las de Santo Domingo y San Francisco colocado de rodillas a
uno y otro lado de Nuestra Señora. Los dos lados del sitial son dos enormes
moles de granito que sustentan una tercera cuya cara inferior plana y
notablemente saliente hace las veces de visera; todo el conjunto recuerda el
dolmen de la arqueología.
El paraje es de imponente belleza: es un pliegue
de la cordillera oriental. El romero que, después de haber descendido
trabajosamente la empinada rampa, llega a la estrecha plataforma que sirve como
de subsuelo al célebre peñón, tiene sobre su cabeza la inmensa falda de la
cordillera, que es al mismo tiempo su contrafuerte; delante de sus ojos la colina
arrizada de rocas de las cuales cuelga como nido de águilas, la misteriosa
gruta; a sus pies, la profunda hoya por la que corre en caudalosa corriente el
Río Chambo, a sus dos lados, las dos hermosas campiñas donde se asientan las
pintorescas poblaciones de Licto y Pungalá que se miran frente a frente,
separadas por la gran cuenca del Chambo”.
Fuente: Pasado y presente, Sr. Leonardo E. Velasco Montesdeoca
Fuente: Pasado y presente, Sr. Leonardo E. Velasco Montesdeoca
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