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martes, 30 de julio de 2013

PLEGARIAS A LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LA PEÑA

Cabe presentar un poema de la “Alondra del Chimborazo” Luz Eliza Borja Martínez 1903 – 1927 en su visita a la Virgen de la Peña:

REINA DE PUNGALA
En una peña santa y bendita
está la Madre del Salvador,
túrgido el pecho, la frente airosa,
lanzan sus ojos rayos de amor.
Muchos devotos van a sus plantas,
donde colocan su ofrenda pura,
tal como cirios y muchas flores
que se distinguen por su blancura.
También yo un día tuve la dicha
de presentarle mi corazón,
y ante sus aras, con voz ferviente,
pedí llorando su bendición.
Virgen Santa de la Peña,
rendidas gracias te doy,
porque me habéis conservado
feliz hasta el día de hoy.
Madre cual ofrenda eterna
te entrego mi corazón:
cuídalo, Virgen Santísima 
con amor y compasión.



Composición del Lcdo. Saúl Gustavo Velasco Montesdeoca (+).


A la Virgen de la Peña de Pungalá

¡Salve! ¡OH MARIA!

¡Dios te salve!, ¡Madre mía!
Madre plena de bondad,
eres estrella de los cielos
de infinita claridad.
Eres roca de los mares
de incontenible dolor;
eres refugio y abrazo
de este pobre pecador.
Vengo a pedirte, ¡Oh María!,
de los astros soberana
que tu seas mi consuelo
y el sol de cada mañana.
No me dejes, ¡Madre mía!
deambular sin tu favor,
sé mi norte, se mi guía,
sé la fuente del amor.
Y cuando la muerte llegue
de mi pobre ser en pos,
cierra mis ojos dolientes
y llévame ante mi Dios.

  
Composición del Sr. Leonardo E. Velasco Montesdeoca, realizada en 1954.


“PLEGARIA A LA VIRGEN DEL ROSARIO DE LA PEÑA”

¡Oh Virgen del Rosario de la Peña,
que fijas tu mirada en el mortal,
escucha a tu devoto que aquí pena
sumido a los dolores de mi mal …….
Vengo aquí a tus plantas suplicante,
con mi pecho entristecido de dolor
¡Madre, mi espíritu está errante
cruzando por el mundo con temor.
Tu que sabes mis males, Madre mía,
de este enfermo y débil corazón,
cura las llagas y mis penas esté día
te lo pido contrito, lleno de aflicción.
¡Madre!, mira también nuestros hogares
de los que te pedimos compasión,
ahuyéntanos del camino de zarzales,
dadnos valor, fuerza y resignación.
Tú para fortaleza de los hombres,
nos das por arma; tu santísimo rosario,
dile a tu hijo, se apiade de los hombre,
que fuimos causa de su muerte en el calvario.
Vengo yo peregrino a tu santuario
a cogerme de tu manto Madre mía,
cual golondrina que vuela al campanario
para vivir con tu recuerdo Virgen mía.
Y en la postrera hora conservemos
tu recuerdo para siempre en la memoria
todos, esta plegaria cantaremos
y gozaremos juntos en tu gloria.

Los favores y milagros se multiplican diariamente para todos los que en ella confían y nos enseña a seguir a su hijo el divino Jesús nacido de sus purísimas entrañas, Jesús materia y figura humana, hijo de Dios Espíritu, dos naturalezas en un solo ser.

1 comentario:

Unknown dijo...

Me siento muy orgullosa ser hija del señor Leonardo Velasco Montesdeoca, por su ejemplo de HONRADEZ, TRABAJO y SU GRAN AMOR A SU QUERIDO PUEBLO DE PUNGALÁ.

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